Llevar un entrenamiento rutinario es una actividad que requiere motivación y disciplina. Muchas personas lo encuentran tedioso, pero es tan importante mantener nuestro cuerpo ejercitado que debemos reflexionar un momento sobre ellos y valorar las ventajas e inconvenientes y poco a poco irlo introduciendo en nuestra rutina.
¿Cómo hacer del ejercicio un hábito? En este artículo hablaremos sobre esto. No te lo pierdas que aquí encontrarás algunos consejos que te van a ser muy útiles, ¡ya lo verás!
Índice
¿Por qué es necesario introducir el ejercicio en nuestro día a día?
La actividad física consiste en realizar diversas actividades que permitan mantener todas las partes del cuerpo en constante movimiento y en forma.
Muchas personas cuentan con la motivación y ganas para comenzar a ver el ejercicio como un hábito, pero no cuentan con la disciplina que se necesita para lograrlo y, por lo tanto, muchos fracasan en el intento.
Es muy fácil decir: quiero llevar una vida saludable y hacer ejercicio diario.
Pero del dicho al trecho… El ejercicio trae consigo muchos beneficios a nuestra salud, permitiendo así no solo mantener el cuerpo en forma, sino también prevenir enfermedades futuras.
En estos tiempos, más que nunca, es de vital importancia ejercitarse. Después de estos meses de confinamiento con su consecuente cambio de rutinas, nuestro cuerpo puede haberse visto afectado, no solo físicamente sino también mentalmente, y como consecuencia de esto podemos sufrir debilitamiento de los músculos y extremidades, ansiedad y hasta depresión.
¿Cómo puedo convertir el ejercicio en un hábito?
Existen muchas formas de introducir el ejercicio como un hábito en nuestra vida, pero eso no quiere decir que todas funcionen para todos porque lo cierto es que cada persona es un mundo y cada uno tenemos unos niveles de compromiso diferentes.
En principio, te recomiendo que elijas una hora al día y la respetes. Haz ejercicio siempre a la misma hora y poco a poco comenzarás a acostumbrar a tu cuerpo a la nueva rutina. Otras cosas que también funcionan:
Cumple el ciclo de sueño del cuerpo
Es muy importante, antes de comenzar la jornada de ejercicio, que el cuerpo se encuentre totalmente descansado, para que tenga la energía y resistencia que necesita. Lo recomendable es dormir entre 6 y 8 horas y que mantengamos el mismo horario para acostarnos y para levantarnos.
Convierte el ejercicio en una prioridad
No permitas que nada te distraiga del ejercicio. Es muy común, cuando comienzas a entrenar, que surjan ideas que te hagan cambiar de plan, algún compromiso, un plan mejor… No, nada de eso puede arruinar tu rutina de ejercicio.
Es importante que te pongas serio y no decaigas.
El compromiso y la disciplina son los que te ayudarán a lograr convertir el ejercicio en un hábito, así que conviértelo en tu prioridad.
Informate sobre las diferentes rutinas de ejercicio
Antes de comenzar ten en cuenta cómo estás a nivel físico, qué ejercicios puedes tolerar y por cuánto tiempo. No te quemes ni te fuerces, sería un completo error lesionarse nada más comenzar.
Ponte una rutina sí, pero no seas demasiado duro con tu cuerpo
Puedes consultar con un doctor antes de comenzar o con entrenador deportivo para que te guíe. También hay aplicaciones móviles que pueden servir para empezar que según tu peso y condiciones te recomiendan unos ejercicios u otros.
Usa siempre el mismo horario
Esto quiere decir, que una vez que cuentes con la información necesaria y tengas una rutina de ejercicios definida, debes seleccionar el horario fijo en el que vas a ejercitarte y a mantenerlo. Recuerda la importancia de mantenerlo.
Normalmente serán de entre 40 a 60 minutos, pero dependerá de tu condición física. Solo es una estimación, puedes añadir más tiempo o reducirlo, como te sientas más cómodo.
Construye diferentes rutinas de ejercicios
Hacer siempre lo mismo aburre, ¿o no te pasa esto? Entonces, para evitar el aburrimiento, es recomendable realizar al menos dos rutinas diferentes que puedas alternar a lo largo de la semana con la finalidad de evitar que el ejercicio se vuelva tedioso o prevenir lesiones por sobrecarga.
Por ejemplo, puedes empezar con caminatas y ejercicios de piernas y otro día pasar a la parte alta del cuerpo, y así conseguir intercalar el trabajo de los músculos del cuerpo para darles un día de tregua.
Realiza rutinas de calentamiento antes de comenzar a ejercitarte
Es muy importante preparar al cuerpo antes de comenzar una rutina de ejercicio. Así que, realizar un tiempo de calentamiento o actividades cardiovasculares previas al ejercicio, te permiten prepararte y calentar tu cuerpo para estar listo para el entrenamiento.
Para calentar puedes:
- Caminar
- Correr
- Hacer bici
Recuerda que el calentamiento no se hace solo antes del ejercicio, también debes hacerlo después de terminar.
Registra tu progreso diario
Realizar un seguimiento diario del progreso es muy motivador porque puedes ir observando día a día los avances que vas teniendo y a medida que vayas mejorando verás cómo el compromiso también se refuerza.
Además, realizar ejercicios habitualmente aumentará tu energía, te mantendrá en tu peso, te permitirá dormir mucho mejor y, sobre todo, evitará enfermedades de salud mientras aumenta tu resistencia física y mental.
Haz ejercicios fáciles para empezar
Uno de los mayores inconvenientes cuando se quiere adoptar el ejercicio como un hábito, es empezar por los ejercicios más complejos.
Ponemos a nuestro cuerpo a realizar mucho esfuerzo y eso provoca que éste empiece a reaccionar de forma negativa y eso nos llevará a dejar el entrenamiento. Por tanto, elige bien tus ejercicios para empezar y después ya puedes comenzar a subir niveles y peldaños. No quieras correr antes de andar ?
Fíjate objetivos concretos
Nada es más motivador que ver plantearte objetivos y lograrlos. Así que plantéate ejercicios que puedas lograr porque de lo contrario puede ser una medida contraproducente y frustrante.
Puedes escribirlos en un cuaderno y cuando decaigas un poco le echas un ojo y verás qué es lo que te está motivando a seguir.
Elige el momento del día donde te sientas cómodo
Para que el ejercicio se convierta en una rutina es ideal encontrar el momento del día adecuado para nosotros, donde nuestro organismo se sienta más cómodo y tenga la mejor energía para llevar a cabo la actividad física.
Los horarios más recomendables son los de la mañana, que es cuando el cuerpo está completamente descansado y seguramente va a tener un mejor rendimiento. Si por un tema de horarios laboral o lo que sea no puedes hacerlo en ese horario no te preocupes porque cualquier hora del día es buena si a ti te viene bien. Eso es lo principal, que te sientas cómodo.
Haz ejercicio en compañía
Si eres de los que le cuesta hacer ejercicio solo no te cortes y pídele a algún amigo que te acompañe. Si de eso va a depender que sigas con tu entrenamiento, ¡hazlo! No pasa nada, poco a poco le cogerás el gusto. ¡Ya lo verás! Podéis daros apoyo mutuo el uno al otro y divertiros también.
La música, es un buen complemento
Nada mejor cuando vas a hacer deporte que tener nuestro reproductor con las canciones que nos gusta y nos aportan la mejor de las energías. Una lista de canciones que nos den mucho ánimo y concentración será una gran aliada a la hora de cumplir con nuestras jornadas de ejercicios.
Mantén una alimentación balanceada
Un factor fundamental para realizar actividad física, y más si queremos convertirlo en un hábito. Puedes consultar con un dietista si lo deseas antes de empezar para que te guíe y te haga una dieta personalizada.
Llevar una alimentación equilibrada es fundamental cuando empezamos a hacer ejercicio porque es la que nos aportará los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para estar fuerte y sentirse resistente y feliz.
Disfruta del ejercicio
Puedes tener toda la disposición y disciplina, pero también debes aprender a disfrutar del ejercicio físico.
Hacer ejercicio con buen humor y siempre una sonrisa es la clave verdadera para que una rutina deje de ser vista como algo tedioso y negativo y convertirla en algo que disfrutas y que te hace bien. Los pequeños gestos marcan la diferencia y una sonrisa es solo el comienzo…
